(25 de diciembre de 2010)
24 días de huelga y mucha dignidad
Tras 24 días de huelga obligada y mucha dignidad empleada, José Luís Burgos, ha decidido abandonar, temporalmente al menos, su postura radical e inconformista por este terrorismo fiscalizador por el que los poderes mercantilistas de la gran banca nos ahogan.
Aún a pesar de muy serios problemas de salud, donde ya este verano surgieron tras su postura, incido, obligada y presionada por la vil, cínica y mercenaria postura de un banco que lejos de defender los derechos de un cliente, lo hundió con la cobarde actitud de despreciar su deterioro físico por una enfermedad que, como el Banco que lo engañó, lo cogió por sorpresa, de espaldas y sin aviso previo; en este caso un ostensible deterioro de su afectación por una polio.
Supongo que su dignidad personal dio paso a su lógico y propio chantaje emocional personal porque era obvio que la factura personal a pagar no sólo sería una morada robada por la gran banca, sino el alto precio de ver sufrir y de temer que sus seres queridos temblaban por la angustiosa sensación de que José Luís se diluía físicamente, que no moralmente, a tal punto que su salud se resquebrajaba y las secuelas posteriores surgidas por ese obligado suicidio harían mella.
Lejos de comprobar que enfrente; en esa maldita caverna de dinosaurios financieros, las salidas y entradas no se veían afectadas por el agotamiento físico y el agravamiento de su enfermedad, sino por la negativa imagen que su lucha ofrecía a ese Banco Santander; imagen que como nos enseñaba José Luís era puro espejismo y que desde un jefecillo de una jodida sucursal hasta un Botín todopoderoso y capaz de presionar a un ZAPATERO remendón de BOTINes, que no de zapatos, se veían desnudos ante la zafia política compulsiva de los poderes económico financieros.
El resultado por el momento, aunque en principio pobre, al dar lugar a una paralización de la ejecución de desahucio, puede ser importante, aún a costa de una alta factura de José Luís. Y digo importante porque el movimiento que ha generado su valiente actitud personal ha hecho que uno de los principales Bancos mundiales haya temblado, incomodado por la muy negativa publicidad ofrecida por los tiburones del Santander y la respuesta de un colectivo que lejos de medrar han sabido, con José Luís Burgos a la cabeza, hacer reflexionar a estos gigantes de las finanzas que aún queda en parte de la ciudadanía una cosa denominada DIGNIDAD, que olvidaron y finalmente perdieron muchos políticos, pero que sigue vive en aquellos que sólo defienden su derecho a una vivienda y su ética personal cuando la usura de ciertos chantajes financieros, con su letra liliputiense, cobarde y oculta, menosprecian y empujan a un abismo como el que José Luís se ha visto obligado a saltar, a muchos ciudadanos y clientes a la vez.
Espero que con la calma, cariño y afecto de tu familia y de quienes te apoyaron puedas reconducir tu salud física y saberte fuerte moralmente para emprender cuando lo creas conveniente tu lucha, que es la nuestra en muchos casos y de la que en modo alguno debemos amnesiar.
Un fuerte abrazo, José Luís y cómo no, Feliz Navidad. Seguro que paladeas con la ternura que te mereces al lado de los tuyos el calor que te regalarán, tras el mucho dolor que has soportado en esos 24 duros y fríos días de agnosticismo total.
Manuel
Carta de comunicación de continuidad en mi lucha y, abandono de mi huelga de hambre.
Barcelona, 24 de diciembre de 2010.
Queridos compañeros y amigos:
Hoy, día 24 de diciembre de 2010, a las 11,24 h., acabo de regresar a casa después de someterme a una prueba médica para seguir la evolución y control de la huelga de hambre. Desde hace ya varios días que aparece en la orina una importante cantidad de sangre que va en aumento a medida que pasan las jornadas. El consejo médico desde el martes pasado es que abandone ya, sin más demora, la huelga de hambre, ya que de lo contrario podría encontrarme con consecuencias desagradables e irreversibles para mi salud. No hay que olvidar que los problemas de riñón con los que ahora me encuentro, tuvieron su origen con esta protesta en el mes de junio pasado, cuando me encontraba ante las puertas de la Central del Banco de Santander en Zaragoza.
La misma decisión meditada que me llevó a iniciar esta huelga de hambre, es la que ahora, desde hace dos días, me obliga a considerar de un modo profundo si merece la pena continuar con ella, habiendo conseguido ya una importante difusión de la lucha que estoy llevando a cabo. El corazón me pide continuar con la huelga de hambre, pero la cabeza me dice que no puedo ser egoísta en esta decisión y que debo atender a las siguientes circunstancias y conclusiones:
- Hay tres personas en mi vida que están por delante de cualquier batalla, ellos son mis dos hijos y mi esposa, nos necesitamos y están sufriendo de un modo importante toda esta hazaña que estoy llevando a cabo. Ellos son los motivos de mi lucha, y yo para ellos soy más importante que una vivienda.
- Al Banco de Santander no le importa lo más mínimo que yo pierda la salud o mi vida en esta protesta. Tienen claro que los beneficios están por encima de cualquier vida humana, no van a traicionar sus principios usurpadores y su naturaleza delictiva; a estas alturas tienen las espaldas bien cubiertas por un gobierno que les ampara, una legislación creada por y para la banca, para defender casi de modo exclusivo sus intereses y beneficios.
- La grandísima decepción de una clase política que corre para pedir un voto electoral, pero que una vez lo tiene esconde la cabeza bajo el ala y permanece sentada tras las mesas de sus despachos, a la espera de que llegue final de mes para cobrar sus nóminas. Han sido varios los parlamentarios catalanes y europeos que han pasado por delante mío durante estos 24 días que llevo de protesta y huelga de hambre, paseando con sus bolsas de compra del Corte Inglés y grandes firmas pijas del Paseo de Gracia. La mayoría de ellos han aligerado la marcha al pasar por delante de mis carteles, sin prestar la más mínima atención y escurriendo el bulto. Alguno paró y leyó mi protesta, llegando a prometerme que darían apoyo a mi lucha mediante comunicado oficial y, viniendo al lugar con algunos medios de comunicación, pero nada de eso se produjo y una vez más faltaron a su promesa.
A pesar de ello he decidido continuar, con más intensidad si cabe, mi lucha y protesta ante las puertas del Santander en Paseo de Gracia de Barcelona, abandonando la huelga de hambre, ya que la batalla se presume larga y necesito una gran fuerza mental y dialéctica para llevarla a cabo.
No me daré por vencido y no va a haber nadie, ¡absolutamente nadie! que nos eche a mi familia y a mi a la calle de forma injusta. Hay que poner fin a este choriceo generalizado y a esta dictadura de la banca, con la suma y la unión de todas las personas afectadas y/o comprometidas con una justicia social y unos valores humanos y democráticos.
Quiero agradecer de todo corazón el apoyo que estoy recibiendo de muchos rincones del país, y en especial a esas personas y organizaciones que estáis a diario conmigo y que me habéis hecho sentir que no estoy solo, que mi lucha es la de muchísima gente que sufre atropellos diarios en este país, y que merece la pena el sacrificio que estamos llevando a cabo.
No quiero finalizar mi texto sin felicitaros a todos en estas fiestas de navidad y transmitiros un mensaje de esperanza y generosidad, para dejarles claro a estos repugnantes banqueros, indignos políticos y degradados medios de comunicación, que todavía hay valores muy vivos en esta sociedad. Que todavía hay muchísimas personas que ponen su talento a disposición de los demás, para hacerles la vida más agradable mientras otros intentan destrozarlas.
Este es un vídeo del lugar de trabajo de mi hija Laura. Varios años de estudio para obtener una licenciatura de pedagogía, y actualmente haciendo lo propio en psicología, un esfuerzo y sacrificio para poner todos sus conocimientos al servicio de personas que necesitan su cariño, pero que también ofrecen todo el amor que tienen sin ningún tipo de reparo. Ella es feliz escogiendo este camino y a mi me hace feliz que lo sea, porque tanto Laura como mi hijo Marc tienen claro cual es el camino de la felicidad, ellos son el orgullo de mi esposa y mío, y nos reconforta saber que sus pilares se fundamentan en unos valores humanitarios.
Sería importantísimo que los banqueros y políticos tomasen nota, porque es obvio que en este mundo no hay cabida para valores tan opuestos.
José Luis Burgos.
Fuente: http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/12/carta-de-comunicacion-de-continuidad-en.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario