CASO JOSÉ LUÍS BURGOS: A mis amigos del Santander…

 

En el siguiente escrito, José Luís agradece a los docilizados “dependientes de Botín”, la gran empatía, dignidad, amabilidad y comportamiento ejemplar por aunar esfuerzos, solidaridad y apoyo en días tan señalados como los de Navidad, donde  José Luis Burgos fue obsequiado por las constantes muestras de admiración por esos empleados, que en todo momento respondieron con su gran profesionalidad, humanidad y sencillez a las necesidades de un parece ser desarropado y vagabundo montado en silla de ruedas. Este es su pequeño homenaje a tan nobles personajes…

No quiero emprender este viaje sin notificarlo a mis amigos del Banco Santander, especialmente a los de la central de Cataluña del Paseo de Gracia en Barcelona, a los cuales, como sé que visitan este blog, quiero aprovechar para enviarles un cariñoso saludo y decirles que los echo mucho de menos. Ya, ya… ya sé que han sido unos meses muy duros, teniéndome que aguantar con mis pancartas a las puertas de vuestra oficina, mientras vuestra corbata se enrojecía por el bochorno. Pero han sido dos meses y medio muy entrañables.

Nunca olvidaré las magníficas navidades que me habéis hecho pasar en la calle, a pesar del cabreo monumental que me hicisteis coger cuando comprobé que todos salíais del banco con vuestras cestas navideñas, flores, bombones y regalos varios, ¡y a mi, que esperaba con especial ilusión que aparecierais todos juntos a cantarme un villancico y felicitarme las fiestas, se os olvidó darme mi lote! Pero bueno, a pesar del disgusto que le disteis a mi esposa e hijos cuando me vieron llegar a casa sin nada en unas fechas tan señaladas, os he perdonado. ¡Y eso que yo abandoné el 23 D mi primera huelga de hambre, y los últimos días se me hacía la boca agua cuando pasabais delante mío con esos bombones y yo pensaba: mmm…, en cuantito tenga yo mi caja, dejo la huelga y me zampo solito la mitad.

Pero nada, lo dicho, todo queda olvidado y más que compensado, porque esa experiencia de vivir en plena calle la navidad, con el típico frío, la magia de las lucecitas encendidas por la noche, la gente contenta con sus regalos, olvidando la crisis… ¡De verdad, no tiene precio, es como haber participado en un cuento, un recuerdo imborrable para toda mi vida! Hasta incluso, hubo momentos tan emocionantes que yo mismo me sentía, con mi barba blanca de tantos días y mi generosa barriguita, Papa Noel. Muchísimas gracias por darme la oportunidad de vivir esas mágicas fechas junto a vosotros. No sufráis por mi, volveremos a vernos pronto. Únicamente os pido un pequeño favor: no dejéis que durante mi ausencia ningún okupa me quite el sitio, que me ha costado mucho conseguir una clientela tan maja y un espacio en los medios de comunicación, ahora no sería justo que otro aproveche mi trabajo.

Fuente: http://loestaspermitiendo.com/category/1-peregrinaje/

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¡Cómo no, José Luís, va por tí. Mucho ánimo

 

Fuente vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=w8BnbJNP_CI&feature=player_embedded